miércoles, 15 de enero de 2014

Fin de Siglo.

    "The world is always ending for someone"
                                     Neil Geiman.

     "If the students are studiying the XXth Century,then I´m in their textbooks"
                                                                            Paul MC Cartney.

          Mis amaneceres tenian muy póco de lirismo,podia yo despertarme a las cinco de la mañana y no recordar nada de lo acontecido la jornada anterior,entónces salia a la calle a buscar información sobre mi mismo y el mejór lugar era por supuesto,el ultimo bar,casa o conten en que me senté y bebi hasta morir la noche anterior.Vaso de alcohól en mano iba yo recordando o se me hacia recordar por la gente a mi alrededór,cuanto habia dicho o hecho "anoche".Debo decir que el efécto del alcohól nunca me llevó a situaciones extrémas que comprometieran mi morál o estado de los dientes y huesos,no obstante,me preocupaba mucho hasta tanto no supiera de lo acontecido.
         No andaba ciertamente entre gente sana y transparente,por el contrario me rodeaba de marginales muy atraidos por mundo del crimen y algún tipo de violencia.Era un modo de vida ciertamente oxidante.
        Una tarde de 1999 recibí la llamada de una mujér a la que habia dejado de vér hacía exáctamente diéz años.Ella no estaba segura de que yo la reconociera,pero enseguida le hice sabér lo contrario,le "recité" su nombre completo y sonrrió alegre.Venia de San Francisco,California y me confesó haber preferido dejar de verme o llamarme a partir de "todo lo malo" que le hablaron de mi en los salones del ICAP, además de constatar que de mi "no habia mucho que esperar" y que si se viese alguna lúz al final del túnel,"era porque venia un tren que me haria mierda".Entónces en 1999 optó por el "redescubrimiento",solo para encontrar el mismo pedazo de mundo,habitado pero en desórden.
La ultima noche de aquello que fué el siglo XX,la despedimos desde un balcon en plena calle 23 en el Vedado,se habian reunido unas veinte o treinta personas de las que solo tres o cuatro eramos cubanos.
Regresaria a su soleada California unos dias después,solo que esta véz  supo llevarse algo de lo mejór de mi y le pesó en el equipaje de su cuerpo,entónces lloró el adiós con las lagrimas que traen los adioses.La volveria a vér trés años mas tarde.
       Se decia que el mundo llegaria a su fin aquella ultima noche del 99 y hubo cierto pánico en el planeta,las computadoras regian nuestras vidas y las muy estúpidas no estaban programadas para seguir vivas más allá de los digitos 999,no entendian de 000,simplemente nadie les "enseñó"a contar.
Yo estaba muy lejos de comprender esas "intimidades" de una maquina y además,soy muy reacio a creér en catastrofismos al estilo del armagedon que antecede al dia del juicio final,pero recordé que en las Olimpiadas de Montreal en 1976 hubia ocurrido un caso curioso con esto de los digitos.Resulta que Nadia Comanecci,la "niña" rumana y reina absoluta de los Juegos,habia logrado una puntuación de 10,00(diez) en una de las disciplinas de la gimnástica,pero al final de su actuación,la "pantalla" electrónica solo punteó 1,00,todo debido a que fué ella la primera en lográr tal perfección en su performance en la historia de ese depórte y las maquinas,simplemente no estaban preparadas para algo más allá del 9,99.Ella,una "niña" rumana,habia logrado poner en ridiculo a toda una red tecnológica.Por cierto,Nadia Comanecci,repitió su hazaña trés veces más.
Entónces pude pensar que esta véz las "maquinas" que nos rigen pudieran equivocarse al igual que en los Olimpicos del 76 y alguna que otra calamidád nos vendria encima,pero no pasó nada.El sól salió como de costumbre en Tokyo,amaneció en Sidney,Beijing,Paris y tambien asomó rutilante y sin complejos en la Habana que me guardaba.La gente siguió amando y desamando,los semáforos siguieron de verde,rojo y amarillo,las nubes estaban en su sitio y la tierra no dejó de dar sus vueltas.LLegabamos al "raro" 2000 y me convertia en una de esos escogidos que han vivido en dós siglos e igual numero de milenios.Tenia entónces trentisiete años y trés meses de vida.